Taorayiná, una reserva natural en la zona del PNN Tayrona, sufrió deforestación debido a la ganadería, afectando el 10% de su territorio de 4 hectáreas y comprometiendo su biodiversidad intensiva. Este impacto negativo se manifestó justo antes de su fundación en 2020, creando un reto significativo en términos de conservación y restauración ambiental. La reserva enfrenta la necesidad de rehabilitar áreas dañadas con técnicas de agroforestería regenerativa y hacer frente a la expansión de la frontera agrícola que amenaza nuestra biodiversidad local.
Como respuesta, Taorayiná inició actividades de hospedaje y ecoturismo y nos esforzamos a diario en la creación de un bosque comestible con un enfoque agroecológico sobre el territorio deforestado. Soñamos con producir nuestros propios alimentos limpios y sanos donde el cacao brilla por sus propiedades y popularidad en la región, donde contamos con la presencia de la asociación local de pequeños productores de Guardabosques de la Sierra. La reserva natural busca colaboraciones con científicos para desarrollar un inventario de biodiversidad y el diseño de experiencias educativas que acerquen a los turistas a la conciencia y empatía que necesitamos los humanos para conservar nuestra naturaleza.
Desde su apertura en enero de 2022, Taorayiná ha generado ingresos significativos, demostrando que si es posible materializar una viabilidad económica que coexista con todos las criaturas y bendiciones del bosque. Actualmente, tramitamos nuestra solicitud de resolución como Reserva Natural de la Sociedad Civil y también buscamos materializar la expansión de su área de conservación, creando garantías jurídicas mediante la adquisición de terrenos aledaños adicionales. A futuro deseamos que la reserva natural sea un ejemplo e inspiración para que otras personas empiecen a consolidar reservas naturales sostenibles en los bellos bosques de Colombia.